El alcalde asegura que no va a permitir que no se cumpla a rajatabla un contrato tan importante para el municipio
El contrato de limpieza fue adjudicado a la empresa Urbaser con un precio de licitación de 486.919,36 euros y el servicio comenzó a prestarse en el pasado mes de marzo, coincidiendo con la entrada en vigor del estado de alarma y el confinamiento provocado por la crisis del Covid-19.
Tras la adjudicación se le solicitó a la empresa la presentación de la documentación relativa al personal, la maquinaria y la planificación del servicio. Estando en fase de desescalada se reiteró la solicitud de dicha documentación. Al no presentarlo, el responsable del contrato emitió un informe en el mes de junio, indicando que Urbaser no estaba cumpliendo con lo requerido en el contrato.
Desde alcaldía se ha iniciado un expediente de penalidades y se está recabando toda la información pertinente para presentarla en la comisión informativa de seguimiento del contrato. Del mismo modo, se ha citado a la empresa para el próximo 13 de julio para realizar una inspección del servicio.
“Durante el periodo de confinamiento, la empresa realizó numerosos trabajos de desinfección de manera efectiva. Los trabajadores del servicio mostraron una gran implicación en esos momentos tan duros para todos”, ha explicado el alcalde, Javier Incera. “Los problemas han surgido tras este periodo, en el momento en el que la empresa ha tenido que presentar toda la documentación requerida, para prestar el servicio”.
“Este contrato supone un esfuerzo económico muy importante para todos los colindreses y es por ello que no vamos a permitir que el servicio sea deficitario; estamos dispuestos a rescindir el contrato si la empresa no cumple con las obligaciones firmadas”, ha apuntado Incera.
Las condiciones del nuevo contrato obligaban a la empresa concesionaria a subrogar a los seis empleados que prestaban el servicio y aumentar la plantilla hasta los once trabajadores.
A lo largo de la duración del contrato, un total de 153 contenedores deben ser sustituidos por unos nuevos y la empresa debe realizar la renovación de 22 de ellos, de manera inmediata. Ante esta situación Incera ha afirmado, “queremos los nuevos contenedores ya y no pagaremos una factura más, hasta que no estén instalados”.
Otra de las mejoras introducidas es el incremento del número de días en los que se llevará a cabo la recogida de objetos voluminosos que pasará de un día a la semana a realizarse dos veces semanalmente.
También intensifica las frecuencias de barrido, tanto las que se realizan de forma manual como las mecánicas, y pone especial énfasis en la limpieza de las calles, de los parques infantiles, los patios en los centros educativos, los parques del Riego y San Roque y las dotaciones deportivas como la bolera de bolo palma y pasabolo.
Otra de las mejoras que supone la entrada en vigor de este contrato es que se deben aumentar las campañas de desratización y la asiduidad de los baldeos (limpieza a través de la proyección de agua a presión), “con especial atención a los soportales”.
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